Para nadie es un secreto que hoy en día el tiempo pareciera transcurrir más rápido... El ritmo de vida actual nos afecta a todos y la salud mental empieza a tomar una relevancia muy importante en diferentes contextos.
En mi trayectoria e historia como deportista de alto rendimiento, ha sido fácil reconocer que la bicicleta y la salud mental están muy relacionadas y, en muchos momentosla bici ha sido una forma de sanar y encontrar paz en situaciones difíciles, lo cual respalda la teoría sobre el alcance del deporte más allá de lo físico.
¡Ojo! recomiendo siempre hacerlo de forma terapéutica y no evitativa.
Mi relación con enfermedades mentales ha sido muy cercana, pues en mi familia cercana y lejana han habido algunos casos de complejos transtornos, pero más allá de ahondar en este tema, mi intención es invitarlos a hacer una reflexión sobre los beneficios psicológicos del ciclismo en nuestro bienestar general.
Un Viaje Neuroquímico
Las famosas "hormonas de la felicidad" están muy presentes cuando nos montamos a la bicicleta y pedaleamos, ya que el cuerpo desencadena una serie de procesos neuroquímicos al realizar esta actividad y libera endorfinas, estas poderosas hormonas que tienen un gran impacto en en el bienestar general del cuerpo y por ende, en la salud mental.
Estas son neurotransmisores que actúan como analgésicos naturales y generan una sensación de euforia y bienestar. Cuando uno pedalea, el cuerpo responde liberando estas endorfinas, lo que crea una especie de "subidón" de buen humor, lo cual es especialmente notable durante un paseo largo o intenso.
Al ser el ciclismo un deporte aeróbico, la producción de endorfinas se activa y a su vez, estas se unen a los receptores de opioides, reduciendo la percepción del dolor y generando una sensación de placer al pedalear.
Por eso es que a quienes amamos este deporte nos tildan de "locos" cuando ven el tiempo, esfuerzo y sacrificio que hacemos al montar en bicicleta...
Pero la realidad es que estamos viviendo un subidón de analgésicos naturales, es decir, ¡dándole medicina a nuestro propio cuerpo! Así que la Bicicleta y la Salud Mental están más relacionadas de lo que puede pensarse a primera vista.
Adicional al alivio de dolor, las "hormonas de la felicidad" inducen al cuerpo y la mente a una sensación de euforia y bienestar, estado denominado como "runner's high" o "euforia del ciclista", que lleva a nuestra mente a estar más positiva y optimista. Dicho eso, ¿No sería esta una de las formas más efectivas de reducir el estrés de forma considerable?
Autoconocimiento y Superación Personal
La bicicleta también me ha permitido a mí y estoy seguro que a una gran cantidad de personas más, a hacer un viaje de autoconocimiento.
Cada ascenso o subida empinada, cada descenso a nuestra máxima velocidad y cada momento donde queremos tirar la toalla porque creemos que no podemos más, nos desafía a superarnos a nosotros mismos.
Y así es como logramos aumentar nuestra autoestima, confianza y mejorar la salud mental por medio de la bici.
"Cada vez que nos subimos a una Bicicleta, nos estamos embarcando en un desafío personal y físico que nos empuja más allá de los límites autoimpuestos."
Cuando hablamos de ciclismo de montaña, los obstáculos naturales aparecen en mayor cantidad y, cada vez que logramos superarlos, experimentamos esa sensación de logro que nos muestra que en muchas ocasiones los límites están solo en nuestra cabeza... Y ahí es cuando nos volvemos "adictos" a este deporte y a la sensación de bienestar que nos genera.
Todo esto se vuelve un "círculo virtuoso", es decir, que cada que nos enfrentamos a desafíos más grandes, más confiamos en nuestras habilidades y al mismo tiempo, empezamos a transmitir esta autoconfianza a otras áreas de nuestras vidas, porque así como en la bicicleta, nuestro día a día nos pone obstáculos y desafíos que a veces solo requieren de un cambio en nuestro "chip mental" para lograr superarlos.
La conclusión de todo esto es que el ciclismo no solamente tonifica y fortalece el cuerpo, sino también nuestra mente y bienestar general, empoderándonos frente a nuestras propias capacidades y dándonos varias lecciones de vida.
"Cada pedalada debe ser un recordatorio de que somos capaces de grandes cosas, tanto dentro como fuera de la bicicleta."
Para mí el ciclismo no es solo mi deporte; es mi terapia. Así que, la próxima vez que esté en su bicicleta, recuerde que no solo está cuidando su cuerpo, sino también su mente.
En cada montada en bicicleta, está tomando un viaje hacia una mejor salud mental y un bienestar personal duradero, así que ¡¡NUNCA SE DETENGA!!
